jueves, 17 de abril de 2008

Lo Absoluto.




Lo Absoluto se refleja en el espacio como centro y en el tiempo como momento presente... El infinito se refleja en el espacio como una extensión teóricamente ilimitada; en el tiempo, como una duración lógicamente interminable; en la materia, como indefinición de la substancia material; en la forma, como la posibilidad de la diversidad ilimitada y en el número como una magnitud ilimitada.



Lo Absoluto siempre permanece más allá de la dualidad y de la relatividad. Según afirma la filosofía perenne, que incluye tanto a la filosofía como a la teología, hemos olvidado la sabiduría eterna de origen divino, un conocimiento sagrado que puede revelarse a través de sus expresiones históricas en diversas tradiciones religiosas o mediante la contemplación e intuición directa.

Aldous Huxley definió a la filosofía perenne señalando que contenía cuatro doctrinas fundamentales:

1. El mundo fenoménico de la materia y la conciencia individualizada es la manifestación de un Sustrato Divino, dentro del cual todas las criaturas y realidades parciales tienen su ser y aparte del cual nada podría existir.

2. Los seres humanos no sólo pueden conocer algo acerca de ese Sustrato Divino, sino que también pueden llegar actualizar su existencia mediante la intuición directa que unifica al conocedor con lo conocido.

3. Los seres humanos poseen una doble naturaleza, un ego fenoménico y un Yo eterno, la chispa de la divinidad que mora en el alma. Es posible identificarse con el Espíritu o Sustrato Divino, que es de la misma naturaleza.

4. El propósito de vida sobre la Tierra consiste en alcanzar el conocimiento de ese Sustrato Divino.

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