jueves, 17 de abril de 2008

El diagnóstico médico convencional de la enfermedad mental no suele tener en cuenta que, en el fondo de muchas dolencias mentales o emocionales, subyace una enfermedad del alma. Pero, aunque las categorías diagnósticas no suelan tener en cuenta las enfermedades del alma, la necesidad de curación espiritual se hace cada vez más acuciante en la sociedad contemporánea. No obstante, la curación espiritual no tiene nada que ver con el uso de la oración u otros tipos de práctica espiritual para promover la salud física, sino que alude, por el contrario, a un tipo de curación que confiere la paz del alma y capacita al individuo para amar y ser más eficaz en el mundo. La sanación del alma constituye un auténtico proceso de trasformación, lo cual significa que no sólo cmbian determinados elementos de la personalidad- lo que podría compararse a trasladar los muebles de una casa-, sino que se asemeja más a cambiar el contexto y percibir los contenidos de manera diferente. Para que la psique deje de experimentar como una serie de fragmentos conflictivos y pase a vivirse como una totalidad armoniosa debe tener lugar un profundo cambio perceptual.

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