Las leyendas de los valles ocultos parecen ser un género espiritual por sí mismas. Pertenecen a la misteriosa tradición de los termas, o "tesoros encerrados", que normalmente son textos sagrados u objetos mágicos que están ocultos en los valles y son descubiertos por un terton tal vez cientos de años después. Un terton es la persona especial destinada a encontrar el tesoro tal y como fue profetizado en el momento en que seocultó y es la única persona capaz de encontrarlo. Sólo él recibirá la guía divina que le llevará al lugar correcto en el momento adecuado. La tradición del terma es conocida por muchas razas, desde los antiguos egipcios a los celtas o los aztecas, pero es en los tibetanos donde más sabemos de ella.
Según los Ancianos de la secta Nyingmapa, su fundador Padma Sambhava y su consorte Yeshe Tsogyel, que era una adepta espiritual, escondieron estos terma para las generaciones futuras. Normalmente Yeshe Tsogyel tomaba las enseñanzas del maestro y las ocultaba en "rocas de diamante, en lagos misteriosos y cajas impenetrables" de valles sagrados que luego eran cerrados de forma mágica, de modo que no pudiesen ser descubiertos por las personas inadecuadas. Los espíritus llamados tetsung los guardan hasta que llega el momento del terton predestinado. Los textos ocultos en rocas, rios, arboles o incluso en el cielo por el poder sobrenatural de Padma Sambhava forman la base de muchas enseñanzas religiosas y de las prácticas de la secta Nyingmapa. Entre esos textos está el Libro Tibetano de los Muertos, el Bardo Thodol.
Pero todavía hay más, los valles ocultos en sí mismos son tesoros encerrados, algunos de los cuales , según las propias profecías,fueron pensados como santuario para el pueblo tibetano en momentos de guerra o de invasión, y estos valles debían ser abiertos por una persona en especial, el terton det
erminado, antes de que pudieran utilizarse por el pueblo. "Cada valle tiene un momento especial cuando se supone que va a proteger a las personas de las catástrofes del exterior... Aunque algunos valles ya han cumplido sus destinos, otros esperan el futuro, cuando las guerras destruyan todo rastro de religión". Y de hecho, en periodos de invasión extrangera y de guerra civil, los tibetanos del pasado han encontrado refugio en remotos valles de montaña que han sido cereados para tal propósito por Padma Sambhava y que tal vez sigan cumpliendo esta función.
Así Spangler, el filósofo de Findhorn en los años setenta, dice que la Tierra se halla rodeada de un campo etérico o cuerpo vital que puede recibir las energías que flotan a través del cosmos en forma de dimensiones más altas de vibración y transformar esas energías en cualidades capaces de nutrir y vitalizar la materia densa del nivel físico. El campo etérico es pues, la fuente de la energía básica, primordial y creativa de la cual se construyen las formas físicas y por la que se sostiene su ser. De hecho, está describiendo lo que un sabio budista llamaría de forma genérica el cuerpo vajra de la Tierra, o cuerpo de luz. Spangler cree que la energía psicoespiritual no se halla confinada en el cuerpo físico sino que el cuerpo individual es análogo al campo etérico que rodea la Tierra. Este último tambien posee centros de energía cósmica como el cuerpo humano. "Ese campo está cruzado por líneas de flujo de poder, al igual que el campo puede estar cruzado por líneas eléctricas. Visto de forma clarividente desde un cierto nivel, esta red, de ahí la frase "La red de poder etérica"... Los puntos de Poder Cósmicos reciben energía de fuentes universales y la trasforman según los requerimientos del planeta". Y puesto que existe una correspondencia entre los campos etéricos humano y planetario, los antiguos adeptos e iniciados los conocían y eran capaces de utilizar los puntos de poder cósmico para establecer sus propios centros de radiación espiritual.
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