En los fascinantes pasajes autobiográficos de El cristal y la vía de la luz, Namkhai Norbu, un maestro espiritual tibetano, da vida de manera brillante a las profundas tradiciones espirituales de su país natal. El autor va desentrañando la complejidad de las mismas a medida que narra su propia historia, ubicando las enseñanzas en su contexto tradicional y mostrando su profunda relevancia para el mundo de hoy.
Este es el primer informe completo escrito en lenguas occidentales por un lama tibetano sobre la tradición conocida como dzogchén o "gran perfección", que constituye la esencia de todas las tradiciones espirituales del Tibet. El mismo examina los varios niveles del sendero espiritual desde el punto de vista de la enseñanza suprema, que en el dzogchén es introducida directamente por el maestro al discípulo desde el comienzo mismo de su relación.
"La (naturaleza de la) mente es la creadora de todo el samsara y el nirvana:
!es a este "rey que todo lo crea" al que es necesario conocer!"
Tal como una abeja busca el nectar
en todo tipo de flores,
busca en todas partes la enseñanza;
tal como un ciervo encuentra
un lugar aislado para pastar,
busca el aislamiento para digerir
todo lo que has acumulado.
Vive como un león,
completamente libre de miedo,
y (finalmente) como un loco
más allá de todo límite,
ve a donde te venga en gana.
Un tantra del Dzogchén.
Es totalmente imposible encontrar al Buda
fuera de nuestra propia Mente.
Alguien que ignore esto
puede buscar externamente,
pero ¿cómo es posible encontrarse a sí mismo,
buscando fuera de uno mismo?
Quien busca su naturaleza fuera de sí
es como un loco que,
realizando una representación en medio de una
multitud,
olvida quién es él
y trata de encontrarse a sí mismo en todas partes.
PADMASAMBHAVA.
Si das una explicación de dzogchén
a cien personas interesadas
ello no es suficiente,
pero si das una explicación
a una persona que no está interesada
ello es demasiado.
Garab Dorlle.
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