El Feng Shui se desarrolló entre dos tipos de escuelas chinas: la "escuela de las formas", llamada King Si, y "la escuela del compás o de la Brujula Geomántica", llamada Tsung Miao Chi Fa.
La primera estudia fundamentalmente las formas del paisaje donde uno habita: tanto las formas y el contorno paisajístico de un territorio, como las formas existentes en el interior de una vivienda. El método de trabajo de esta escuela es considerado un tanto difícil, puesto que requiere una exquisita educación de la capacidad de observación del propio practicante de Feng Shui, e incluso, del habitante de la casa. Aunque los resultados de este método puedan parecer subjetivos, esta educación visual o capacidad de observación es imprescindible para tratar un lugar y armonizarlo de forma coherente. Además, esta capacidad de observación, así como la capacidad de autoobservación, es muy útil para muchísimos otros aspectos de la vida; por esa razón deberíamos educarla y potenciarla.